Vivimos deprisa
Sin apenas pensar en parar
Y al final paramos a medias
Para coger carrerilla
Y después continuar
Vivimos llamando suerte
A eso de sacar el tiempo
Que en otros momentos nos falta
Para desconectar.
Y a veces
lo que nos hace falta
es echar el freno,
cambiar de marcha,
no nos vayamos a estampar.
Que la suerte de verdad
la tenemos cada día
nada más despertar.
Desconectar para reconectar.
Qué fácil la teoría
y que difícil al final.